Entendiendo La Autoridad Bíblica
INTRODUCCIÓN
A. Muchas personas afirman seguir la Biblia como su única guía, ¡pero el mundo religioso está terriblemente dividido!
1. El llamado "cristianismo" se conoce por sus muchas denominaciones diferentes, todas con nombres diferentes, enseñanzas diferentes, formas diferentes de adoración, organizaciones diferentes, reglas diferentes de membresía, etc., etc.
2. En la actualidad, hay centenares -quizá miles- de "denominaciones cristianas."
B. Al hablar de la autoridad bíblica, muchas veces hacemos hincapié en el hecho de que Dios nos enseña por medio de tres cosas:
1. Mandamientos directos
2. Ejemplos aprobados apostólicos
3. Inferencia o deducción necesaria (que es la idea de que a veces Dios IMPLICA ciertas cosas, sin decirlas explícitamente).
4. Todo esto es correcto, pero jamás respetaremos la autoridad de la Biblia en nuestra vida diaria si primero no tenemos LA ACTITUD CORRECTA HACIA LA AUTORIDAD DE DIOS.
I. LA ACTITUD CORRECTA HACIA LA AUTORIDAD
A. Al empezar un estudio de esta naturaleza, no podemos enfatizar demasiado la importancia de tener la ACTITUD CORRECTA hacia la Palabra de Dios.
B. La mansedumbre o sumisión a la Palabra de Dios en cada faceta de nuestra vida es el primer paso para poder entender la autoridad bíblica.
1. Someterse: "ceder o rendirse uno mismo ante la voluntad o autoridad de otro."
2. La mansedumbre "es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos [los] tratos [de Dios] con nosotros como buenos, y por ello SIN DISCUTIRLOS NI RESISTIRLOS" (Vine, Diccionario Expositivo De Palabras Del Nuevo Testamento, vol. 2, p. 369).
3. Versículos para considerar: Stg. 1:21; Mt. 5:3,5; Ef. 4:1-3.
C. Cuando se habla de entender y/o respetar la autoridad, me acuerdo de dos niños muy diferentes. Uno, al ser enviado a su dormitorio, cierra la puerta y no sale hasta que su padre se lo diga explícitamente. El otro niño abre la puerta y, cuando su padre no está mirando, se asoma la cabeza, saca un pie o quizá medio cuerpo. Y si tiene la oportunidad, puede que vaya corriendo a la cocina para un poco de leche con galletas. El primer niño respeta cuidadosamente los mandamientos de su padre. El segundo siempre quiere ir más allá de los límites de la autoridad de su padre. ¿Cuál de estos dos mejor describe a nosotros?
II. ALGUNAS MALAS ACTITUDES HACIA LA AUTORIDAD
A. El Enojo
1. Ejemplo: Hch. 7:54
2. Este problema afecta tanto a personas no religiosas como a religiosas. Un buen ejemplo de esto es cuando la gente aprende que no ha obedecido correctamente el plan de salvación y responden a nuestros esfuerzos evangelísticos con enojo y acusaciones de "santurrones", "legalismo", etc.
2. Algunos se enfadan al ver que no tienen argumento válido.
3. El enojo puede ser la manifestación externa de un corazón orgulloso que rehusa cambiar.
B. La Apatía (Indiferencia)
1. Esta mala actitud describe una falta de interés en obedecer a Dios.
2. Ejemplo: los yernos de Lot (Gn. 19:14).
3. Algunos hermanos con esta actitud no sienten la necesidad de oponer resistencia cuando las innovaciones humanas entran en la iglesia.
C. La Obediencia Selectiva
1. Esto se refiere a los que desean obedecer las partes de la Palabra de Dios que les son agradables mientras rechazan selectivamente a las demás.
2. El joven rico es un buen ejemplo de esta actitud (Mt. 19:16-22). Él estaba dispuesto a obedecer a Dios en todo... ¡con tal que pudiera quedarse con todo su dinero!
3. El ejemplo de Saúl y los amalecitas (1 S. 15:3,7-9,12-14).
a. Tales individuos presentan disculpas por no obedecer a Dios (vs. 15).
b. Saúl aceptó obedientemente lo que le gustaba, pero siguió su propia voluntad en otros asuntos.
4. Así es con muchas personas religiosas hoy en día.
a. Aceptan las cosas que les son agradables (que debemos "amarnos los unos a los otros", "ayudar a los pobres", etc.).
b. Rechazan las cosas que nos les gustan: los versículos que indican que los desobedientes serán castigados, versículos que hablan del varón como cabeza de la familia y el que tiene la responsabilidad de dirigir la adoración pública, versículos que condenan la fornicación, la homosexualidad, las bebidas alcohólicas, la inmodestia, etc.
D. "Dios no ha dicho que NO lo hagamos."
1. Los que emplean esta medida defensiva piensan que si algo no se prohiba explícitamente con palabras exactas que significa que está bien hacerlo.
2. Algunos afirman que podemos usar instrumentos musicales en la adoración porque "Dios no ha dicho que NO los usemos." (Del mismo modo, podríamos decir que los recién nacidos son casos apropiados para el bautismo porque Dios no ha dicho específicamente que NO los bauticemos.)
3. Sin embargo, sabemos lo que Dios quiere, por lo que Él ha dicho ¡y esto es suficiente (1 Co. 4:6)!
E. Pensamientos humanos
1. "Eso es muy radical", "Nadie hace eso hoy en día", "No debemos ser tan extremistas/fanáticos", "Eso es ser demasiado estricto", etc., etc.
2. Estas frases NO SON ARGUMENTOS sino razonamientos que no se basan en las Escrituras.
CONCLUSIÓN
A. La necesidad de respetar la autoridad de Dios en forma resumida: Col. 3:17; 2 Jn. 9.
B. Si queremos "tener a Dios" en nuestras vidas, ¡debemos mostrar respeto por Su autoridad!
|