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Rompiendo el Vaso de Alabastro


INTRODUCCIÓN

    A. Leer esta historia en uno de los siguientes sitios: Mt. 26:6-13; Mr. 14:3-9; Jn. 12:1-8.

    B. Trasfondo:

      1. Cerca del fin del ministerio terrenal de Jesús.

      2. Lázaro acababa de ser resucitado de entre los muertos y le hacen a Jesús una cena en la casa de Simón el leproso para demostrar su agradecimiento. "Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con [Jesús]" (Jn. 12:2).

      3. Marta quiere servir a la mesa (Jn. 12:2), pero María quiere hacer algo mucho más especial para demostrar su amor para con Jesús.

    C. En esta lección queremos notar algunas cosas acerca del regalo de María.


I. MARÍA HIZO LO QUE PODÍA

    A. Su regalo al Señor era lo que María podía hacer.

    B. Un ejemplo de esta forma de actuar se ve en la ofrenda de los corintios para los cristianos necesitados de Jerusalén, 2 Co. 8:11. Era necesario que los corintios ofrendaran conforme a lo que tenían.

    C. El Señor no espera lo imposible de nosotros. Debemos de darle lo que podemos y no lo que le daríamos bajo otras circunstancias. (No me refiero sólo a la ofrenda sino también a cualquier cosa que podamos hacer para demostrar nuestro amor para con Jesús.)

    D. Un agricultor dijo a su amigo necesitado: "Si yo tuviera diez millones de Euros te daría la mitad." El otro le respondió: "Pues, no tengo cerdo y tú tienes dos." No seamos como el agricultor que pensaba en lo que haría si sus circunstancias fueran distintas. Sirvamos al Señor con lo que tenemos ahora.


II. EL REGALO DE MARÍA EQUIVALÍA A SACRIFICIO (MARÍA LE DIO A JESÚS LO MEJOR)

    A. Gracias a Judas Iscariote sabemos cual era el precio del precioso perfume, Jn. 12:4-6. 300 denarios equivalían a 300 días de salario. ¡Fue un regalo muy caro!

      1. ¿No merece el Señor lo mejor de nosotros?

      2. ¿Amamos al Señor cuando ofrendamos lo mínimo o cuando echamos cualquier monedita que se encuentre en nuestro bolsillo?

    B. "Nadie quiere sufrir. Hace poco leí un informe de la opinión del pueblo americano acerca del déficit nacional. Casi todos los que daban su opinión deseaban que se rebajara el déficit. Pero a la vez, el 75 por ciento se opusieron a cualquier aumento de los impuestos o a cualquier rebaja de los gastos. En otras palabras, querían rebajar el déficit sin sufrir" (D. W. Bercot, Cuando El Cristianismo Era Nuevo, p.55).

      * ¿Somos nosotros como aquellos que quieren recibir beneficios sin hacer ningún sacrificio? ¿Deseamos que Dios nos colme de bendiciones físicas y espirituales mientras nosotros le servimos con el mínimo esfuerzo? ¡Dios nos libre de esta actitud tan egoísta!

    C. "En la iglesia primitiva, los creyentes oyeron otro mensaje: ser cristiano los involucraría en sufrimiento [lo cual implicaba sacrificio]" (Ibid.). Así era la forma de pensar de aquellos hermanos fieles.

      1. Léase 1 Ped. 2:19-21; 4:15,16. A veces es necesario que el cristiano fiel se prive de ciertas cosas para poder dar lo mejor a Dios. Es necesario tener la disposición que nos conduce a hacer ciertos sacrificios.

      2. "Ignacio, [un anciano] de Antioquía y compañero del apóstol Juan, fue aprehendido por su testimonio cristiano. Mientras viajaba rumbo a Roma para su juicio y martirio, escribió cartas de ánimo y exhortación a varias congregaciones... A una congregación escribió: 'Por tanto, es necesario no sólo que uno sea llamado cristiano, sino que sea en verdad un cristiano .... Si no está dispuesto a morir de la misma manera en que murió Cristo, la vida de Cristo no está en él' (Jn. 12:25). A otra escribió: 'Que traigan el fuego y la cruz. Que traigan las fieras. Que rompan y se disloquen mis huesos y que corten los miembros de mi cuerpo. Que mutilen mi cuerpo entero ... ¡Que permitan sólo que alcance a Jesucristo! ... Quisiera morir por Jesucristo más bien que reinar sobre los fines del mundo entero.' Pocos días después de escribir estas palabras, Ignacio fue llevado ante un gentío que gritaba en la arena de Roma, donde le despedazaron las fieras" (Bercot, p. 56).

      3. "Cuando un grupo de cristianos de su congregación se pudrían en una mazmorra romana, Tertuliano los exhortó con estas palabras: 'Benditos, estimen lo difícil en su vida como una disciplina de los poderes de la mente y del cuerpo. Pronto van a pasar por una lucha noble, en la cual Dios viviente es su gerente y el Espíritu Santo su entrenador. El premio es la corona eterna de esencia angélica --ciudadanía en el cielo, gloria sempiterna.' También les dijo: 'La cárcel produce en el cristiano lo que el desierto produce en el profeta ... La pierna no siente la cadena cuando la mente está en el cielo'" (Ibid.).

    D. ¿Estamos dispuestos a sacrificarnos por el Señor hoy en día?


III. LOS MOTIVOS DE MARÍA ERAN PUROS

    A. No lo hizo para recibir fama ni honor mundana. Los del mundo no entenderían tal sacrificio. Tampoco lo entendió Judas Iscariote. Para Judas el regalo de María fue un desperdicio inaceptable. Cristo dijo: "Déjala."

    B. No nos debemos sorprender si otros no entienden los sacrificios que hacemos para el Señor. Hace varios años, cuando Juan Pate y su familia decidieron venir a España con el propósito de predicar el evangelio a sus familiares, algunos hermanos en Estados Unidos les dijeron enérgicamente: "¿Cómo pueden ustedes dejar a sus hijos para ir a España? ¡Yo nunca haría tal cosa!" Los motivos de Juan eran puros (y sus hijos ya eran mayores de edad), pero los que no habrían estado dispuestos a hacer tal sacrificio no lo entendieron. Para ellos, el dejar uno a su familia por causa del evangelio es un hecho inaceptable.


IV. ¿DÓNDE PODEMOS NOSOTROS ROMPER EL VASO DE ALABASTRO?

    A. En el hogar. Habrá menos divorcios y menos problemas en la casa si estamos dispuestos a romper el vaso de alabastro.

    B. En la iglesia. Contribuir a la obra, estudiar, servir a los hermanos desinteresadamente, ser buenos ejemplos en todo, etc.

    C. No esperar hasta que sea demasiado tarde. A veces Dios nos da una oportunidad de hablar con alguien acerca del evangelio y si no la aprovechamos puede que no tengamos otra.


CONCLUSIÓN

    * Rompamos el vaso de alabastro AHORA. María no esperó hasta que Jesús estuviera muerto. Ella aprovechó la ocasión.




(De la página web http://www.buscad.com)