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Actitudes de Saulo y Pablo


INTRODUCCIÓN

    A. Cuando yo asistía a la escuela secundaria en Nuevo Jersey estaba más flaco que una escoba, pero cuando corría, era como el viento. Un día el entrenador me eligió para correr los 400 metros con otros chicos más experimentados. Al iniciar la carrera, adelanté a todos pero entonces comenzaron a gritar: "¡Se va a derrumbar! ¡Se va a desplomar!" y cosas parecidas. ¿Y saben una cosa? Tenían razón. Sus palabras hicieron que me cambiara de actitud y, en vez de ser el primero en llegar a la línea de meta, fui el último.

    B. Hay muchas formas en las cuales nuestra actitud puede afectarnos. Dependiendo de la actitud que tengamos lograremos escalar la montaña más grande o estaremos abatidos completamente con los ánimos "por los suelos".

    C. La palabra "actitud" se refiere a la disposición del ánimo o a la postura de uno. Al hablar de la actitud de una persona, estamos describiendo su forma de pensar, su punto de vista, su concepto o perspectiva. Decimos, por ejemplo, que "su actitud es pesimista" del que se inclina a pensar en cosas negativas. También hablamos de "la actitud de uno ante la vida".

    D. El otro día un hermano me envió un correo electrónico que se titulaba: "Make your choice" (Elige). El mensaje hablaba de Miguel, una persona que siempre está de buen humor y que siempre tiene una actitud positiva, por muy negativas que sean sus circunstancias. Un día uno de sus compañeros de trabajo le dijo: "No lo entiendo. Siempre estás de buen humor. ¿Cómo lo haces?" Miguel respondió: "Cada mañana al levantarme digo para mí mismo, Miguel, tienes dos opciones hoy. Puedes optar por estar de mal humor o puedes optar por estar de buen humor. Cada vez que algo malo te pasa puedes optar por ser la víctima o puedes optar por aprender de ello. Yo opto por aprender de ello. En la vida todo tiene que ver con elecciones. Cada situación en que nos encontramos es una elección. ELIGES cómo quieres reaccionar a situaciones. ELIGES cómo la gente va a afectar tu estado anímico. ELIGES estar de buen humor o de mal humor. Al fin y al cabo, LA FORMA EN QUE VIVES TU VIDA ES UNA ELECCIÓN."

    E. En esta lección veremos que la actitud que tenemos ante la vida depende de nosotros. Veremos que nuestra actitud tiene un impacto muy fuerte en nuestra vida espiritual, a veces para bien, otras veces para mal. Así fue con el apóstol Pablo.


I. "YO CON TODA BUENA CONCIENCIA HE VIVIDO", Hch. 23:1

    A. Antes de llegar a ser cristiano y poco después, Pablo era conocido como "Saulo". Veremos que aun cuando era judío, este gran hombre siempre procuraba servir a Dios con la mejor actitud posible.

    B. Hch. 23:1 nos enseña algo acerca de la naturaleza de la conciencia. Es posible vivir con toda buena conciencia ante Dios y a la vez estar equivocado. "Cuando [Pablo] perseguía a los cristianos, su conciencia le aprobaba y ahora le aprueba en su predicación del evangelio" (Partain, Notas Sobre Hechos de los Apóstoles, p. 131). Aun antes de llegar a ser cristiano, Saulo siempre trataba de vivir de acuerdo con su conciencia. Esto es bueno pero no es garantía de que uno esté en la debida relación con Dios.

      1. "La conciencia de Pablo le decía que al perseguir a los cristianos rendía servicio a Dios (Hch. 26:9-11; Jn. 16:2); por eso, su conciencia le aprobaba" (Ibid.).

      2. La palabra "conciencia" significa literalmente "con ciencia", o sea "con conocimiento". Es aquel conocimiento interior por el cual el hombre aprecia sus acciones. En el caso de Saulo, ese conocimiento le decía que estaba bien ante Dios aun cuando perseguía a los cristianos.

    C. Aunque el apóstol Pablo enseña que la conciencia es falible (1 Co. 4:4), el siempre procuraba tener "una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres" (Hch. 24:16). Indudablemente, esto es algo muy positivo que debemos imitar. Primero, debemos entrenar nuestra conciencia en la Palabra de Dios y, segundo, vivir de acuerdo con nuestra conciencia.

    D. Lamentablemente, el cristiano se mete en un mundo de sufrimiento, de desesperación y de desánimo cuando, una vez entrenada su conciencia en la Biblia, la viola a propósito. Pero para no tener que sufrir, el hombre tiene una estrategia muy destructiva: no hacer caso a la conciencia.

      1. Conozco a un hermano que antes era predicador. Sabía perfectamente la verdad del evangelio y la predicaba sin tener pelos en la lengua. Pero un día, a causa de diferencias personales con otros hermanos, dejó aquella iglesia y comenzó a reunirse con una iglesia que no practica la verdad... y él lo sabe. ¿Cómo puede el hermano estar contento al reunirse con una iglesia que enseña y practica el error? La respuesta es fácil. Ya no hace caso a su conciencia.

      2. Es muy peligroso "y puede ser fatal" si despreciamos nuestra conciencia de esta forma. Si decimos para nosotros mismos que "yo voy a hacer esto o lo otro y me voy a olvidar de lo que me dice la conciencia", tarde o temprano, nuestra conciencia se va a cauterizar (1 Ti. 4:2). La cauterización es un proceso en el cual se quema la piel u otra parte del cuerpo, así formando una costra. El punto es que cuando el hombre no hace caso a su conciencia ésta se pone dura e insensible. Pierde la función por la cual Dios la ha creado.

    E. ¡Tengamos mucho cuidado con nuestra conciencia! Entrenémosle bien y hagámosle caso antes de que sea demasiado tarde.


II. "CON CRISTO ESTOY JUNTAMENTE CRUCIFICADO", Gá. 2:20

    A. ¿Qué significa esto? Significa que Saulo, el que perseguía a los cristianos, el que los encerraba en cárceles, el que los castigaba en las sinagogas y los forzaba a blasfemar en contra de Dios, ya no vivía en él. Pablo había crucificado a su viejo hombre, a sus propios deseos y gustos, a su orgullo como fariseo, para hacer la voluntad de Cristo. Con esta excelente actitud, el apóstol pudo mantenerse fiel durante toda su vida cristiana. Lo primordial en su vida era el hacer no su propia voluntad sino la de Aquel que lo había tomado por soldado (2 Ti. 2:4). Se puede decir que esta actitud de Pablo ante la vida era la base de todo lo que hacía y por la cual pudo servir a Dios fielmente.

    B. Asimismo, nosotros también tenemos que deshacernos de nuestros propios deseos y gustos para hacer la voluntad de Cristo, Ef. 4:22-24.

      1. En un sentido simbólico, tenemos que crucificarnos diariamente, Lc. 9:23. La crucifixión de Cristo fue difícil y dolorosa ¡pero también la nuestra! El viejo hombre, la persona que éramos antes de llegar a ser cristianos, tiene que morir. El viejo hombre orgulloso que resiste la corrección de Dios, el viejo hombre que desea practicar ciertos pecados, el viejo hombre que no quiere saber nada de la iglesia ni de Dios ¡tiene que morir!... y NOSOTROS tenemos que matarle.

      2. Este viejo hombre quiere resucitarse en nosotros. Tenemos que matarle, y rematarle, y seguir rematándole durante el resto de nuestra vida como cristianos. Es como una cucaracha a la cual pisas una vez pero al meterle en la papelera se recupera y sale corriendo. Es como un cáncer que, una vez extraído de nuestro cuerpo, aparece en otro sitio.

    C. Hace unos años una hermana se puso a hablar conmigo acerca de sus padres, los cuales eran cristianos (o así lo pensaba yo). De repente, y sin previo aviso, la hermana se puso a llorar. Me confesó que, aunque sus padres se reunían regularmente con la iglesia, no eran personas espirituales. ¡No tenían interés en las cosas de Dios sino en sus propios quehaceres! Estos hermanos no vivían para Cristo sino para sí mismos. ¡Pero la vida del cristiano fiel debe ser todo lo contrario! (Ver 2 Co. 5:14,15.)


III. "TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE", Fil. 4:13

    A. La palabra "todo" en este texto se refiere a lo que está bajo consideración en el versículo anterior. Pablo sabía estar contento cuando tenía "abundancia" y cuando tenía "hambre". Tenía una buena actitud hacia la prosperidad y la pobreza.

    B. Cristo le había dado todo el poder necesario para estas cosas. Esta fuerza no provenía de Pablo mismo sino por su relación íntima con Cristo. Recuerden lo que dijo en Gá. 2:20: "y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí". Su relación íntima con Cristo era la base de todas las demás actitudes buenas que Pablo tenía ante la vida.

    C. Los cristianos hoy en día tenemos muchos motivos para tener la misma actitud que tenía Pablo. Por ejemplo, Heb. 8:1 nos dice que tenemos un maravilloso Sumo Sacerdote y Heb. 7:25 dice que vive para interceder por nosotros en nuestros momentos difíciles. Tenemos un Aliado en los cielos, un Abogado (1 Jn. 2:1) que verdaderamente se interesa por todo lo que estamos pasando en esta vida. Pero no lo sabremos si primero no ponemos en práctica Gá. 2:20 en nuestra vida.


IV. "HE PELEADO LA BUENA BATALLA", 2 Ti. 4:7,8

    A. ¿Qué significa esto? ¡Que el cristiano está involucrado en una guerra!

      1. Nuestro adversario no se cansa de pensar en formas de hacernos rendir (1 Ped. 5:8). Él quiere vencernos a través de sus "asechanzas" (Ef. 6:11). Esta palabra significa: "artes astutas, engaño, destreza, mañas" (Thayer).

      2. ¿Cuál es la solución? No nos quitemos la armadura de Dios, Ef. 6:13-17, y no nos olvidemos de la oración, v. 18.

    B. Pablo seguía fiel a Cristo aun en las circunstancias más adversas, 2 Co. 4:8-10, 16; 11:24-28. Creo que nosotros no hemos sufrido ni la décima parte de lo que sufrió este apóstol y, sin embargo, nos rendimos tan fácilmente. (Me incluyo a mi mismo.) ¿Cuál es el problema? ¿No sería porque ponemos nuestros deseos y gustos antes que la voluntad de Cristo? ¿No sería porque todavía no hemos aprendido a decir y a demostrar que hemos sido crucificados con Cristo? (Gá. 2:20).


CONCLUSIÓN

A. La carrera que tenemos los cristianos no es fácil, pero si corremos con paciencia (perseverancia en los momentos difíciles) llegaremos a la meta, Heb. 12:1,2.

B. Si Usted no es cristiano, necesita entrar en esta carrera.




(De la página web http://www.buscad.com)