El Verdadero Origen del Nombre «Cristiano»

El Verdadero Origen del Nombre «Cristiano»

 

       ¿Es verdad la afirmación de algunos de que el nombre «cristiano» es de origen pagano? ¿Fue esta palabra aplicada por primera vez por los gentiles de Antioquía, como afirma el erudito W.E. Vine, o se lo inventaron los romanos como insisten otros?

       Hoy en día muchos religiosos consideran que el nombre «cristiano» es una especie de apodo despectivo o un término de desprecio que algunos incrédulos pusieron a los primeros seguidores de Jesús. Algunos comentaristas aun se atreven a decir que durante muchos años los discípulos de Cristo rehusaron llamarse «cristianos». ¿A qué se debe tanto afán de desacreditar el nombre «cristiano»? ¿No será porque los hombres desean rebajar de categoría este nombre para poder justificar sus NOMBRES DE INVENCIÓN HUMANA?

       Muchos se sorprenden al saber que el nombre «cristiano» fue dado a los creyentes por revelación de Dios. Hechos 11:26 dice que Bernabé y Saulo…

«…se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos SE LES LLAMÓ CRISTIANOS por primera vez en Antioquía.»

       En el griego, el idioma original del Nuevo Testamento, la frase «se les llamó» se ha traducido de la palabra radical CHREMATIZO. Esta palabra significa «dar un mandamiento divino o admonición, enseñar desde el cielo … recibir un nombre o título, ser llamado»[1]. CHREMATIZO aparece nueve veces en el Nuevo Testamento y cada vez está estrechamente relacionada con la comunicación de algún mandamiento u oráculo divino. En la Versión Reina-Valera (Revisión 1960) este vocablo se ha traducido por las siguientes frases subrayadas:

1) Mateo 2:12 — «Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.» (La Biblia de las Américas dice: «habiendo sido advertidos por Dios en sueños…»)

2) Mateo 2:22 — «Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea». (La Biblia de las Américas dice: «y advertido por Dios en sueños…»)

3) Lucas 2:26 — «Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.» (Francisco Lacueva dice que a Simeón esta verdad le había «sido comunicado«.)

4) Hechos 10:22 — «Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.» (La Biblia de las Américas dice que a Cornelio «le fue ordenado por un santo ángel…». La Versión Moderna, por H.B. Pratt, dice: «tuvo respuesta de Dios, por medio de un santo ángel…».)

5) Romanos 7:3 — «Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera…» El que califica a tal mujer de «adúltera» es Dios mismo y lo ha hecho por revelación.

6) Hebreos 8:5 — «los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.» (La Versión Moderna dice que «Moisés fue amonestado por Dios«. La Biblia de las Américas dice que «fue advertido por Dios«.)

7) Hebreos 11:7 — «Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase…»

8) Hebreos 12:25 — «Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros…» (La Versión Moderna dice que «rehusaron al que declaró la voluntad de Dios sobre la tierra».)

9) Hechos 11:26 — «Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.» (La Versión Moderna dice: «fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía».)

       ¿Quién les puso este nombre a los discípulos de Cristo? Si tenemos en cuenta los significados vertidos a CHREMATIZO en los otros versículos mencionados arriba, no es difícil ver que Dios mismo se lo puso por revelación. Debemos llevarlo como si fuera una medalla de honor y no los nombres que indican lealtad a alianzas sectarias en vez de a Cristo.



[1] Joseph H. Thayer, Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento, p. 671.

El Creer en Jesús Para Ser Salvo

El Creer en Jesús Para Ser Salvo

¡NO EQUIVALE A «CREER SOLAMENTE»! 

 

  • El hombre llega a ser hijo de Dios «por la fe en Cristo Jesús» cuando obedece al Señor en el bautismo (Gálatas 3:26,27). Es verdad que el pecador es justificado «por la fe» (Gálatas 3:24), pero por una fe obediente y activa y no por la «fe solamente» (un simple estado mental).
  • Lo que realmente vale: «la fe que obra por el amor» (Gálatas 5:6).
  • El hombre es «libertado del pecado» (Romanos 6:18) cuando obedece de corazón a «aquella forma de doctrina», o sea, la enseñanza con respecto al bautismo y su papel en la salvación del hombre (Romanos 6:17, 37).
  • La predicación del verdadero evangelio de Cristo «se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe» (Romanos 16:26; 1:5). Hechos 6:7 nos dice: «…también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe«. Dios quiere que «toda las gentes» obedezcan TODAS las condiciones que Él ha establecido para que el hombre se salve y no «creer solamente».
  • En Hechos 2:44, «los que habían creído» eran los mismos que habían sido bautizados (versículo 41).
  • En Hechos 8:12, «…cuando creyeron a Felipe … se bautizaban hombres y mujeres»
  • En Hechos 16:33,34, el carcelero de Filipos «…se bautizó … y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios»
  • En Hechos 18:8, «…Crispo … creyó » lo cual incluyó el haber sido «bautizado» por el apóstol Pablo (1ª Corintios 1:14)
  • Los demonios «creen solamente» pero no están salvos (Santiago 2:19). ¿Por qué no? ¡Porque su «fe» no les conduce a obedecer a Dios! Los demonios «creen» pero no tienen vida eterna. Es más, aun creen que Jesús es el Hijo de Dios (Mateo 8:29; le conocen, Marcos 1:34; 5:7) ¡pero rehusan obedecerle! Esto significa que «el creer» en Dios es mucho más que la aceptación mental de algún hecho.
  • «La fe sin obras está muerta« (Santiago 2:20,26).
  • Jesús «es autor de eterna salvación para todos los que le obedecen» (Hebreos 5:9). Para llegar a ser cristiano (o sea, para recibir la salvación que es en Cristo) es necesario obedecer y no «creer solamente».
  • El hombre purifica su alma «por la obediencia» a la verdad (1ª Pedro 1:22).

¿Quiénes son los que «creen en Jesús» de verdad?  

  • «El que cree» en Jesús para vida eterna (Juan 6:47) es el mismo que hace lo que Jesús manda, lo cual incluye el arrepentimiento (Hechos 17:30); la confesión (Romanos 10:9,10; Hechos 8:36,37) y; el bautismo «para perdón de los pecados» (Marcos 16:16; Hechos 2:38) como condiciones previas a la salvación.
  • «Aquel que en él cree» (Juan 3:16) es el mismo que se arrepiente, confiesa su fe en Jesús y se bautiza «para perdón de los pecados» (Hechos 2:38). Algunos afirman que «si una persona no se bautiza pero cree en Jesús, no se pierde…»; sin embargo, ¡el apóstol Pedro dice que el bautismo es necesario «para perdón de los pecados»! Está claro que el que no se bautiza para este fin todavía está perdido porque aún no se han lavado sus pecados (Hechos 22:16). Si uno rehusa bautizarse «para perdón de los pecados», tal persona no cree en Jesús porque la fe que salva incluye el bautismo.
  • «Los que tienen fe en Jesús» (Romanos 3:26, Nueva Versión Internacional) son los mismos que han sido «sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo» (Romanos 6:35). Dios «justifica» (Romanos 3:26) a los tales cuando su cuerpo de pecado es destruido en el bautismo (Romanos 6:6,7) y no sin este acto de obediencia. ¡La fe verdadera no equivale a «creer solamente»!
  • «Toda aquel que cree» (Romanos 1:16) es el mismo que demuestra su «obediencia a la fe» (Romanos 1:5; 16:26) al obedecer TODAS las condiciones que Dios ha establecido para la salvación, las cuales incluyen el bautismo. La obediencia y la fe son dos cosas inseparables. Por ejemplo, vemos que el apóstol Pablo alaba a los romanos diciéndoles: «…vuestra fe se divulga por todo el mundo» (Romanos 1:8). Pero en Ro. 16:19 les dice que «…vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos…»
  • «Con el corazón se cree para justicia…» (Romanos 10:10) cuando tal persona obedece «de corazón a aquella forma de doctrina» (el bautismo, Romanos 6:17, 37) y libertado del pecado, viene a ser «siervo de la justicia» (Romanos 6:18).
  • Los que son «guardados por el poder de Dios mediante la fe» (1ª Pedro 1:5) son los mismos que habían sido «elegidos … para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo» (versículo 2). Uno recibe los beneficios de la sangre de Jesús en el bautismo y no sin este acto de obediencia (Hechos 2:41,47; 20:28.)
¡Considere las consecuencias!

¡Considere las consecuencias!

Antes de decir que usted no cree en Dios….

¡Considere las
consecuencias!

       ¿A usted le cuesta creer que Dios existe? Si es así, se encuentra entre un número creciente de personas que rechazan el concepto de un Ser Supremo debido a la popularidad de filosofías materialistas que se están propagando a través del mundo.

       Antes de decir que usted no cree en Dios, le animamos a pensar seria y detenidamente en las consecuencias de tal creencia.

SI NO EXISTE DIOS…

NO HAY NINGUNA NORMA DEL BIEN Y DEL MAL

       El hombre determina para sí mismo su propio sistema de ética y si trata mal u oprime a otro, no hay juez supremo a quien apelar.

Si no existe Dios, ¿en base de qué puede uno condenar a Hitler, a Stalin y a otros monstruos de la historia que han oprimido a las masas? Si cree que «no se debe hacer daño al prójimo», ¿en base de qué lo dice? ¿Los perros, tiburones u otros animales de rapiña tienen un sistema de ética? Si un perro mata a otro, ¿es responsable moralmente? Si no existe Dios, no somos más que bestias brutas, un poco más avanzados intelectualmente que los animales. En tal caso, si un hombre mata a otro, es lo mismo que un perro. Ni el hombre ni el perro son responsables moralmente si no existe Dios. Es el fin lógico del ateísmo.

       Los ateos y escépticos famosos de la historia, como Huxley, Russell, Nietzche y otros han luchado para crear un sistema moral aparte de Dios al hablar de la «intuición moral», «el desarrollo del hombre superior», etc. Pero en fin de cuentas es imposible aplicar las complejas teorías proclamadas por filósofos materialistas desde sus torres de marfil al mundo real. ¿Quién podrá cambiar la vida de un joven decepcionado o de un drogadicto antisocial por hablarle de las teorías de algún agnóstico como Sartre? Si no existe Dios, ¡no hay forma de convencer a las masas que deban portarse de una forma responsable para el bien de la sociedad!

       La degeneración de la sociedad occidental se debe en gran parte a la influencia de quiénes dicen que no existe Dios y que el ser humano es nada más una bestia avanzada. Si los hombres piensan ser bestias solamente, se portarán como bestias.

Pero, ¿no hay nada en nosotros que se rebela en contra de este concepto hueco? ¿No hay ninguna ley que proceda de una fuente más allá del ser humano?

Si no existe Dios… NO HAY PROPÓSITO PARA LA VIDA

       El agnóstico inglés, Bertrand Russell dijo al hablar del hombre: «es probable que su origen, su crecimiento, sus esperanzas, sus temores, sus amores y creencias, no son nada sino la colocación casual de átomos». Si somos simplemente la «colocación casual de átomos», no hay propósito para la vida ni esperanza que alcance más allá del sepulcro.

       El agnóstico, Mark Twain (Samuel Clemmons) dio la siguiente descripción deprimente de lo que significa la vida:

«Un grupo de hombres nace. Trabajan y sudan para obtener el pan, disputando, discutiendo y luchando para ganar ventajas sobre su prójimo. Los años pasan… Sus seres queridos les son quitados y la alegría se convierte en dolor. La carga del dolor, de la preocupación y la miseria se vuelve más y más pesada … mueren la ambición, el orgullo y la vanidad. Por último, llega la muerte. Estos hombres no fueron importantes a los ojos del mundo ni tuvieron propósito en la vida. No llevaron a cabo nada sino que fueron fracasados… El mundo se les lleva luto por un día y luego se olvida de ellos para siempre. Luego, nace otro grupo y toma el lugar del grupo anterior, imitando sus hechos, siguiendo el mismo camino inútil y desvaneciéndose de igual forma. …sigue generación tras generación, cada una de ellas logrando lo que logró el grupo anterior, NADA».

       Si no existe Dios, este cuadro desalentador de Twain no está muy lejos de la verdad. Pero hay otro concepto de la vida enseñado por Jesucristo. Jesús dijo,

«yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia»[1].

Los que creen en Dios y en Cristo piensan que la vida tiene un propósito permanente y satisfactorio: servir al prójimo[2] y a Dios[3] para vivir con gozo en espera de vida eterna después de la muerte[4] Piensan que la vida es más que una broma cruel de la naturaleza («la colocación casual de átomos») y que el hombre es un ser demasiado maravilloso[5] para no tener propósito ni esperanza.

Si no existe Dios… JESÚS Y SUS DISCÍPULOS FUERON ESTAFADORES Y FRAUDULENTOS

       Es un hecho histórico que un hombre llamado Jesús vivió en la tierra conocida hoy en día como Israel. Jesús y sus seguidores se esforzaron por convencer a todo el mundo que es el Hijo de Dios[6]. Como pruebo de esto, Jesús nos dejó con el sistema moral más avanzado en la historia del mundo e hizo muchos milagros irrefutables como resurrecciones de muertos[7], sanidades de personas con defectos visibles y permanentes[8] frente a centenares de testigos. De más importancia, después que sus enemigos le mataron[9], resucitó de entre los muertos[10] y fue visto vivo por más de 500 testigos después de su muerte[11]. Estos testigos fueron convencidos al haber visto a Jesús[12] y estaban dispuestos a sufrir la tortura y la muerte antes que renunciar a su testimonio[13]. Los hechos del cristianismo fueron tan convincentes que su mensaje se extendió en pocos años a todo el mundo occidental[14].

       Si no existe Dios, Jesús y sus seguidores, quiénes nos dieron el sistema moral que ha sido la base de la sociedad occidental desde hace dos mil años, fueron los estafadores y engañadores más despreciables de la historia. Los testigos que afirmaron ver los milagros y la resurrección de Jesús sufrieron la tortura y la muerte por lo que sabían ser una mentira. ¿Está usted dispuesto a hacer semejante afirmación irracional?

UN DESAFÍO A TODA PERSONA HONESTA

       La pregunta más importante de este artículo podría ser: ¿existe Dios o no? Antes de contestarla a la ligera, como lo hacen muchos, toda persona justa debe al menos investigar la evidencia que apoya el concepto de la existencia de Dios.

La mejor forma de analizar esta cuestión consiste sencillamente en leer la Biblia. Cómprese una Biblia y busque en el índice el evangelio según Lucas (en el Nuevo Testamento). Lea el libro de Lucas y luego el libro de Hechos, analizándolos al hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Lo que estoy leyendo parece ser un cuento de hadas, o testimonio sincero y confiable?
  • ¿El hombre que escribió este testimonio (Lucas) escribió de una manera caprichosa? o, ¿solamente después de haber investigado todo con diligencia?
  • ¿Hay detalles y matices que indican que la historia es verdadera y de fuentes confiables?

       Después de leer los libros de Lucas y Hechos, lea el libro de Juan, el cual fue escrito por uno de los compañeros más amados de Jesús. Así podrá leer el testimonio de primera mano de un hombre que oyó, vio y tocó a Jesús.

       Es la convicción de muchos que si uno lee con una mente abierta estos testimonios acerca de la vida, los milagros y la enseñanza de Jesús que poco a poco se irá convenciendo que el testimonio escrito es sincero y confiable y que la única explicación por las enseñanzas y sucesos del primer siglo es que existe un Dios todopoderoso. En fin de cuentas, usted no tiene derecho de negar la existencia de Dios sin leer de antemano la evidencia que apoya Su existencia.



[1] Juan 10:10, Versión Reina-Valera (Revisión 1960).

[2] Marcos 10:44; Juan 13:14; Gálatas 6:2,10

[3] Isaías 43:7; Eclesiastés 12:13

[4] Juan 6:47; 17:3; 2 Corintios 5:1; 1 Pedro 1:3,4; Filipenses 3:20; Hebreos 10:34; Mateo 6:19,20

[5] Salmos 139:13-18; Isaías 43:7

[6] Hechos 9:20; 2 Corintios 1:19; 1 Juan 4:15; 5:13

[7] Lucas 8:40-42,49-56; 7:11-15; Juan 11:1-44

[8] Lucas 5:12,13,17-25; 6:6-10; 14:1-4; 17:11-14; 22:47-51; Mateo 9:27-31

[9] Lucas 23:1-46; Hechos 2:22,23,36; 3:15; 4:10; 5:30; 7:52

[10] Lucas 24:1-49; Hechos 1:1-3; 2:24,32; 3:15; 4:10; 7:55,56

[11] 1 Corintios 15:3-9

[12] 1 Juan 1:1-3; 2 Pedro 1:16-18; Hechos 5:32; 10:39; 13:31

[13] Hechos 7:55-60; 12:1,2; 21:13; Hebreos 11:37,38

[14] Colosenses 1:23