Sep 3, 2019 | Cristianismo Puro |
Poco antes de Su muerte, Jesús oró por los discípulos para que no hubiera divisiones entre ellos, sino que estuvieran UNIDOS en un mismo modo de pensar y de actuar. El Señor dijo:
«Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean UNO; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean UNO en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste»[1].
Es interesante notar que Jesús oró no solamente por aquellos primeros seguidores sino también por los que fueran a creer en Él días y años más tarde, lo cual incluye a los que vivimos hoy en día. La oración de Jesús indica claramente que cuando hay unidad entre Sus seguidores habrá mayor posibilidad de que el mundo crea en Él. Por contraste, el incumplimiento de este anhelo del Señor es la causa de mucha incredulidad y confusión.
En lugar de ser «uno», el llamado «cristianismo» de la actualidad se conoce por numerosos cuerpos religiosos divididos y subdivididos. El incumplimiento de la oración de Jesús hace que muchos se pregunten: «¿Cuál de estos grupos tiene la verdad? ¿los católicos? ¿los evangélicos? ¿los bautistas? ¿los pentecostales? ¿los ‘testigos de Jehová’? ¿los mormones? etc.» Si deseamos volver al cristianismo puro, debemos abogar por un retorno a la sencilla organización y obra de la iglesia descrita en el Nuevo Testamento.
Sin duda, la característica más importante de la iglesia primitiva es que tenía a Cristo como su única «cabeza». Refiriéndose a este tema, el apóstol Pablo escribió:
«Dios puso todas las cosas bajo sus pies y lo designó como cabeza de TODO para la iglesia, que es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo»[2].
En el sentido físico, sabemos que de la cabeza (del cerebro) procede todas las instrucciones necesarias para conducir los movimientos del cuerpo. De la misma manera, Jesús ha sido designado por el Padre celestial como «cabeza de TODO para la iglesia». Refiriéndose al mismo tema, Jesús mismo dijo en el evangelio según Mateo:
«TODA potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén»[3].
Si Jesús tiene TODA autoridad como cabeza sobre la iglesia, quiere decir que al hombre no le corresponde NINGUNA autoridad en este sentido. ¡Jesús es la única cabeza de la iglesia, tanto celestial como terrenal! La razón por este arreglo divino se ve por el hecho de que Jesús mismo es el fundador y edificador de la iglesia[4].
En el sentido universal, Jesús es la Cabeza de cada cristiano individualmente. Aparte de esto, la iglesia universal no tiene estructura orgánica. Muchos se sorprenden al saber que la iglesia revelada en el Nuevo Testamento no tiene papas, ni cardenales, ni arzobispos, ni concilios, ni sínodos, ni convenciones, ni gobierno central en la tierra. La iglesia universal se compone ni más ni menos de INDIVIDUOS SALVOS quienes gozan de UNA RELACIÓN ESPIRITUAL CON JESÚS por medio de la obediencia a Su palabra revelada en el Nuevo Testamento[5]. Según el plan de Dios, cada miembro de la iglesia universal recibe sus instrucciones de la única Cabeza, la cual es Jesús.
En desacuerdo con este plan claro y sencillo, algunos dirigentes religiosos usurpan (toman ilícitamente) el poder que corresponde únicamente a Cristo y se autonombran «Cabeza de la Iglesia». Otros que denuncian enérgicamente este error no se oponen a la creación de concilios, sínodos, convenciones, etc., aunque estas organizaciones de invención humana toman decisiones para todos los miembros de su denominación en particular. Además, en lugar de permitir que Cristo gobierne a cada iglesia local a través de Su palabra, muchos están sujetos a una sede central, mesa directiva, cuartel general o iglesia madre. ¡Estos arreglos violan el plan de Dios para su iglesia!
De vez en cuando oímos de los esfuerzos «ecuménicos» de algunas de estas denominaciones, pero ¿bajo cuál sede central o iglesia madre deben unirse? ¿Quién o quiénes formarán el «cuerpo gobernante»? ¿Cuál será la doctrina?
Para los que quieren evitar este terrible «cacao», existe una solución obvia y sencilla: OBEDECER A CRISTO SIN SER MIEMBRO DE NINGUNA ALIANZA SECTARIA.
¿Por qué no vuelve con nosotros al cristianismo puro del primer siglo? Como miembros de la iglesia de Cristo no reconocemos a ninguna cabeza de la iglesia menos a Cristo Jesús. Y con razón… ¡Cristo es el único que la ha comprado con Su propia sangre![6]
[1] Juan 17:20,21, Reina-Valera (Revisión 1960).
[2] Efesios 1:22,23, Nueva Versión Internacional.
[3] Mateo 28:18-20, Reina-Valera (Revisión 1960).
[4] Mateo 16:18
[5] Juan 8:31; 14:21-23; 15:14; Hechos 2:42,47; Efesios 4:15
[6] Hechos 20:28
Sep 3, 2019 | Cristianismo Puro |
¿Es verdad la afirmación de algunos de que el nombre «cristiano» es de origen pagano? ¿Fue esta palabra aplicada por primera vez por los gentiles de Antioquía, como afirma el erudito W.E. Vine, o se lo inventaron los romanos como insisten otros?
Hoy en día muchos religiosos consideran que el nombre «cristiano» es una especie de apodo despectivo o un término de desprecio que algunos incrédulos pusieron a los primeros seguidores de Jesús. Algunos comentaristas aun se atreven a decir que durante muchos años los discípulos de Cristo rehusaron llamarse «cristianos». ¿A qué se debe tanto afán de desacreditar el nombre «cristiano»? ¿No será porque los hombres desean rebajar de categoría este nombre para poder justificar sus NOMBRES DE INVENCIÓN HUMANA?
Muchos se sorprenden al saber que el nombre «cristiano» fue dado a los creyentes por revelación de Dios. Hechos 11:26 dice que Bernabé y Saulo…
«…se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos SE LES LLAMÓ CRISTIANOS por primera vez en Antioquía.»
En el griego, el idioma original del Nuevo Testamento, la frase «se les llamó» se ha traducido de la palabra radical CHREMATIZO. Esta palabra significa «dar un mandamiento divino o admonición, enseñar desde el cielo … recibir un nombre o título, ser llamado»[1]. CHREMATIZO aparece nueve veces en el Nuevo Testamento y cada vez está estrechamente relacionada con la comunicación de algún mandamiento u oráculo divino. En la Versión Reina-Valera (Revisión 1960) este vocablo se ha traducido por las siguientes frases subrayadas:
1) Mateo 2:12 — «Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.» (La Biblia de las Américas dice: «habiendo sido advertidos por Dios en sueños…»)
2) Mateo 2:22 — «Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea». (La Biblia de las Américas dice: «y advertido por Dios en sueños…»)
3) Lucas 2:26 — «Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.» (Francisco Lacueva dice que a Simeón esta verdad le había «sido comunicado«.)
4) Hechos 10:22 — «Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.» (La Biblia de las Américas dice que a Cornelio «le fue ordenado por un santo ángel…». La Versión Moderna, por H.B. Pratt, dice: «tuvo respuesta de Dios, por medio de un santo ángel…».)
5) Romanos 7:3 — «Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera…» El que califica a tal mujer de «adúltera» es Dios mismo y lo ha hecho por revelación.
6) Hebreos 8:5 — «los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.» (La Versión Moderna dice que «Moisés fue amonestado por Dios«. La Biblia de las Américas dice que «fue advertido por Dios«.)
7) Hebreos 11:7 — «Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase…»
8) Hebreos 12:25 — «Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros…» (La Versión Moderna dice que «rehusaron al que declaró la voluntad de Dios sobre la tierra».)
9) Hechos 11:26 — «Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.» (La Versión Moderna dice: «fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía».)
¿Quién les puso este nombre a los discípulos de Cristo? Si tenemos en cuenta los significados vertidos a CHREMATIZO en los otros versículos mencionados arriba, no es difícil ver que Dios mismo se lo puso por revelación. Debemos llevarlo como si fuera una medalla de honor y no los nombres que indican lealtad a alianzas sectarias en vez de a Cristo.
[1] Joseph H. Thayer, Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento, p. 671.
Sep 3, 2019 | Cristianismo Puro |
La palabra «cristiano» se encuentra tres veces en el Nuevo Testamento, como se ve en los versículos a continuación:
«Se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente. A los discípulos se les llamó CRISTIANOS por primera vez en Antioquía»[1].
«Entonces Agripa dijo a Pablo:
«Por poco me persuades a hacerme CRISTIANO»[2].
«pero si alguno padece como CRISTIANO, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello»[3].
La importancia de este nombre se ve en su significado. En el sentido más básico, la palabra «cristiano» quiere decir «un seguidor de Cristo».
El verdadero discípulo de Jesús se esfuerza por OBEDECER A SU MAESTRO en cada faceta de su vida diaria. Es muy fácil decir que uno es «cristiano», pero ¿pone por obra las palabras de Cristo en su vida cotidiana? ¿Se esfuerza por tener el CARÁCTER del Maestro? Una examinación cuidadosa del ejemplo de los cristianos primitivos revela que:
- Su lealtad fue a Cristo, no a Pablo, ni a Pedro, ni a María, ni a ninguna alianza sectaria[4].
- Se consideraban la propiedad de Cristo[5].
Con razón, se llamaban «cristianos» solamente, sin apellidos ni apodos. Al llevar este nombre, por la voluntad de Dios, demostaron ante el mundo incrédulo que sólamente Cristo es merecedor de su devoción entera.
Por contraste, el llamado «cristianismo» de la actualidad se conoce por numerosos nombres sectarios que sólo sirven para dividir en vez de llevar a cabo el anhelo de Jesús quien oró «para que todos sean uno»[6]. Dice uno: «Yo soy cristiano PROTESTANTE»; otro: «Yo cristiano CATÓLICO»; otro: «Yo cristiano TESTIGO DE JEHOVÁ»; y otro: «Yo cristiano MORMÓN.» Dentro del mismo protestantismo, los unos se distinguen de los otros con sus apellidos sectarios. Dice uno: «Yo soy cristiano METODISTA»; otro: «Yo cristiano EVANGÉLICO»; otro: «Yo cristiano PENTECOSTAL»; otro: «Yo cristiano LUTERANO»; otro «Yo cristiano BAUTISTA», etc. etc. ¡etc.! Al llevar estos nombres, demuestran que su lealtad es a una alianza sectaria y no a Cristo solamente. (El reformista católico Martin Lutero (1483-1546) y sus seguidores habían prometido no llamarse «luteranos» sino «cristianos» solamente, debido a los principios que habían aprendido del Nuevo Testamento[7]. No obstante, «antes de que terminara el siglo XVI, el nuevo movimiento se había convertido en una organización religiosa diferente, conocida como «La Iglesia Luterana'»[8].)
Es sorprendente notar que algunas personas en Corinto, Grecia cometieron el mismo error sólo 25 años después de la muerte de Jesús. El apóstol Pablo fue uno de los cristianos más ilustres de la iglesia primitiva; pero él no quería que los discípulos fueran llamados «PAULISTAS» o «cristianos PAULISTAS». Pablo no quería que fueran devotos de hombres falibles sino de Cristo solamente. Por esta razón les escribió:
«Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas [el apóstol Pedro]; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?»[9].
Las tres pregúntas encontradas al final de este pasaje son «preguntas retóricas», lo cual significa que la respuesta es obvia. En cada caso es rotundamente «NO». De estas preguntas podemos aprender tres cosas importantísimas:
- Aprendemos que Cristo NO está dividido y, por lo tanto, SUS SEGUIDORES TAMPOCO DEBEN DIVIDIRSE EN ALIANZAS SECTARIAS. Los cristianos en Corinto PECARON al procurar ser «cristianos PAULISTAS», «cristianos APOLIANOS» y «cristianos PEDRIANOS». Hoy en día los hombres han reemplazado estos «apellidos» con otros de invención humana. (Véanse otra vez los puntos 6, 7 y 8 arriba.) Pablo tuvo que recordarles que ¡ERAN DE CRISTO! (1 Corintios 3:23).
- Aprendemos que ni Pablo, ni María, ni ningún hombre fue crucificado «por nosotros» como lo fue Cristo. Por lo tanto, solamente Cristo es merecedor de nuestra devoción entera. Nuestra lealtad debe ser A CRISTO y no a ninguna alianza sectaria.
- La última pregunta del apóstol Pablo fue: ¿O fuisteis bautizados en [o sea, para uniros con[10]] el nombre de Pablo? El propósito bíblico del bautismo es para unir al hombre pecador CON CRISTO[11], no con Pablo, ni con María, ni con ningún hombre falible. Evidentemente, los corintios se habían olvidado de este hecho tan importante al intentar unirse con ciertos predicadores en vez de con Cristo.
El nombre «cristiano», puesto a los creyentes por voluntad de Dios, da gloria a Cristo. ¿A quiénes o a qué dan gloria los nombres sectarios del «cristianismo» moderno?
Si le gustaría ver más sobre el verdadero origen del nombre «cristiano», pulse aquí.
[1] Hechos 11:26, Versión Reina-Valera (Revisión 1995).
[2] Hechos 26:28, Versión Reina-Valera (Revisión 1995).
[3] 1 Pedro 4:16, Versión Reina-Valera (Revisión 1995).
[4] Hechos 4:13,18-20; 5:29; 21:13; Gálatas 2:20; 6:14; Filipenses 1:21; 3:8; 1 Tesalonicenses 1:6-10; etc.
[5] Romanos 14:8; 1 Corintios 3:23.
[6] Juan 17:20,21
[7] Federico A. Norwood, El Desarrollo del Cristianismo Moderno Desde 1500, p. 11.
[8] Una Serie De Estudios Bíblicos Visualizados, diapositiva nº 67. Jule L. Miller y Texas H. Stevens, Gospel Services, INC.
[9] 1 Corintios 1:10-13, Versión Reina-Valera (Revisión 1960).
[10] Versión Moderna por H.B. Pratt. La palabra «en» se ha traducido de la palabra griega EIS, la cual significa «para» o «a». Describe moción hacia cierta finalidad.
[11] Gálatas 3:37 dice literalmente: «Porque cuantos habéis sido bautizados A Cristo, os habéis revestido de Cristo». La palabra «a» se ha traducido de la palabra griega EIS, la cual significa «para» o «a». Tanto los gálatas como los corintios se habían bautizado para unirse con Cristo, no con ninguna alianza sectaria.
Sep 3, 2019 | Cristianismo Puro |
Al investigar las páginas del Nuevo Testamento, no se puede pasar por alto el hecho de que los hombres y mujeres fieles de la antigüedad ponían a CRISTO en primer lugar en sus vidas, no a Pablo, ni a Pedro, ni a María, ni a ninguna alianza sectaria[1]. Esta lealtad inquebrantable a Cristo, sin duda alguna, ¡es la característica más sobresaliente del cristianismo puro!
El verdadero «cristiano» cree firmemente que su Maestro es el único digno de ocupar este lugar tan importante porque es el único que murió para salvar del pecado a todo aquel que Le obedezca[2]. A Jesús se le considera como el mayor Amigo de todo ser humano porque…
«Nadie tiene amor más grande que éste: que uno dé la vida por sus amigos»[3].
Aunque Pablo, Pedro, María, etc. se presentan en el Nuevo Testamento como siervos fieles de Dios, el cristianismo puro jamás concede tanta importancia a éstos como a Cristo…
«Porque hay … UN SOLO MEDIADOR entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos…»[4].
De acuerdo con esta enseñanza fundamental de la Biblia, el verdadero «cristiano» tiene a Cristo como el eje de toda su vida. El sabe que sólamente Cristo (y no María) es merecedor de su devoción entera, puesto que Jesús mismo dijo:
«El que sabe y obedece mis mandamientos, demuestra que de veras me ama … El que me ama, hace caso de lo que yo digo; y mi Padre le amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él»[5].
El verdadero «discípulo» de Cristo desea fervientemente instruirse a los pies del Maestro. La palabra «discípulo» (o «discípulos») se encuentra 269 veces en el Nuevo Testamento. Significa literalmente «un aprendiz…; de ahí, denota a uno que sigue la enseñanza de otro»[6]. Pero hay otro concepto relacionado con esta palabra que a veces es olvidado. «Un discípulo no es meramente uno que aprende, sino un PARTIDARIO; de ahí que se les mencione como IMITADORES de su maestro…»[7]. El discípulo es un estudiante que PONE POR OBRA lo que aprende en su vida diaria. Jesús mismo dijo:
«Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos»[8].
La palabra «permanecéis» es verbo de acción. El verdadero «discípulo» es un aprendiz activo que no solamente oye las enseñanzas del Maestro sino que también «permanece» en ellas, o sea las PONE EN PRÁCTICA en cada faceta de su vida cotidiana[9]. Lo que hace que él sea «cristiano» es su buena disposición de darle a Cristo el primer lugar en todo.
¿Es Cristo primero
en la vida de usted?
[1] Hechos 4:13,18-20; 5:29; 21:13; Gálatas 2:20; 6:14; Filipenses 1:21; 3:8; 1 Tesalonicenses 1:6-10; etc.
[2] Romanos 3:23; Hechos 4:12; 1 Corintios 3:11; Hebreos 5:8,9.
[3] Juan 15:13, Nueva Versión Internacional.
[4] 1 Timoteo 2:5,6, Reina-Valera (Revisión 1960).
[5] Juan 14:21-23, Dios Habla Al Hombre
[6] W.E. Vine, Diccionario Expositivo De Palabras Del Nuevo Testamento, vol. 1, p. 452.
[7] Ibid.
[8] Juan 8:31, La Biblia De Las Américas.
[9] Colosenses 3:17